MAURITIUS & RODRIGUES 2019 December


Otra Navidad de relax bajo el sol. Esta vez en dos remotas islas del Océano Índico que aún no conocía. Un buen plan, más aún por hacerlo de nuevo en compañía de mi madre (79 años), una viajera "tardía" con una actitud valiente, sorprendente y positiva, pese a la exigencia de algunas condiciones del viaje. 
Rodrigues, de largo mucho más interesante que Mauricio, es una joya escondida, con una atmósfera relajada que me encantó.

Además, hacer un viaje de larga distancia con 5 mujeres ha sido una formidable primera experiencia…. que espero poder repetir.

Podía haberlo sido pero no, éste no ha sido un viaje de grandes aventuras: 9 días no daban para mucho, y un ciclón tropical durante los primeros 2 días del viaje condicionó en parte el resto de días y cancelamos varias excursiones previstas.

Pero no importó demasiado, hubo muchos otros grandes momentos. Hemos descansado… y ha sido un viaje entrañable. En un entorno sublime, no ha faltado marisco ni pescado de gran calidad, todo regado con excelentes vinos sudafricanos, sobre todo blancos. Para qué más?.
A priori, tenía la firme intención de sacar chispas a este destino tras, quizás de manera injusta, haberlo ido descartando en no pocas ocasiones por estigmatizado (lunas de miel y familias con niños) y posiblemente estar algo sobrevalorado (un clásico en destinos paradisíacos, y no tanto, de este tipo). 

Por ello he hecho una aproximación alternativa, evitando el estereotipo de los hoteles de lujo como hicimos ya en 2018 en Zanzibar también con mi madre... un viaje impensable que tan buenos recuerdos me trae a la mente y que fue, una vez más, la confirmación de que, dependiendo cómo abordes destinos de este perfil, yendo por tu cuenta, la experiencia cambia por completo.

Han sido ya 12 años seguidos pasando el Año Nuevo fuera de España. El plan esta vez fue:
  • 5D/4N en Isla Mauricio en una casa de alquiler en Blue Bay (sureste) y en unos estudios en La Gaulette (suroeste). 
  • 4D/3N en Isla Rodrigues. En un fantástico apartamento en Grand Baie. 
  • 1D/1N en Jeddah (Arabia Saudí) 
Como siempre, dejo un pequeño video del viaje.

Y ahora cuento mi experiencia.



Además, meter en el viaje a Isla Rodrigues, más que una corazonada y tan apartada de los itinerarios turísticos, era para mí un "must" que, en cualquier caso, podría compensar cualquier eventual decepción con Mauricio, tras haber leído excelentes y asombrosos comentarios en algunos (muy pocos) blogs de viajes. Con razón Rodrigues me ha impresionado. Por su simplicidad e inusual belleza.

Un reto importante en este viaje, no menor, era tratar de hacerlo "low-cost" pese a tratarse de un destino tan abrumadoramente caro, más aún en rabiosa temporada alta. Y lo hemos conseguido sin privarnos de mucho. 

La clave fue reservar vuelos muy baratos 6 meses antes (solo 612 eur con Saudia Airlines) y alquilar con igual antelación casa, estudio y apartamento con Booking.com (para los 6, unos 200 eur/dia de media) y no pisar hoteles. Comer en sitios excelentes, pero fuera de los hoteles, o cocinar en el propio alojamiento. También organizar el transporte por nuestra cuenta…

2 semanas antes de viajar, el mismo vuelo estaba ya en más de 2.500 eur.

Me sorprendía que algunos amigos no supieran bien dónde se encontraban en el mapa las islas de Mauricio (a 900 km de Madagascar) y Rodrigues (a 600 km de Mauricio). Bueno, pero no son tan turísticas?.... No tanto. Pero esto siempre pasa: este tipo de destinos nunca parecen estar a tope, ni en temporada alta.

República de Mauricio, el país más seguro de África, en pleno Océano Índico, incluye 4 islas: Mauricio, Rodrigues y otras dos islas menores.

Y aunque pertenecen al continente africano, tienen muy poco que ver con el África Negra, en términos de pobreza, alfabetización, desempleo, esperanza de vida y situación social en general. Todas ellas, junto a Isla Reunión (francesa), constituyen las llamadas Islas Mascareñas.

Isla Mauricio es tropical, verde y exuberante, cubierta de cañas de azúcar, y está cerca de las espectaculares islas de Reunión y Madagascar.

Isla Rodrigues, más salvaje aún,  se encuentra a 1,30h en avión de hélices desde Mauricio. Objetivamente me ha gustado mucho más Rodrigues por razones que luego contaré. 

Me dijeron que a Rodrigues van los mauricianos de vacaciones… el caso es que sus paisajes son de impacto.








La aventura comenzó el 27 de diciembre a las 9h con un viaje de Bilbao a Madrid en una Mercedes Vito (9 plazas) en la que cupimos sin problema 6 pasajeros, 6 maletas medianas y 6 mochilas. Disciplina viajera!.
A todo trapo, con temperaturas bajo cero y en medio de bancos de niebla... solo pensábamos en el calor que nos esperaba en destino.

Paradita en Lerma y llegada a la T1 de Barajas para devolver la furgoneta y facturar las maletas.
Nos esperaba un vuelo de 5h hasta Jeddah y luego otro de 6h después hasta Mauricio.
Mi madre aguantó como una campeona y no paró de ver pelis…

Antes de entrar en el viaje, alguna cosas que me han llamado la atención...

 ¿POR QUÉ SE HABLA TANTO FRANCÉS EN MAURICIO?

Al igual que muchas antiguas colonias, Mauricio experimentó períodos separados y distintos definidos por quién estaba a cargo: el control holandés desde 1664 hasta 1710, el dominio francés desde 1715 hasta 1796, y finalmente el dominio británico desde 1814 hasta la independencia en 1968.

Dado que los británicos gobernaron la isla durante tanto tiempo, sería razonable esperar que domine el inglés. Dos razones explican por qué no: 1) cuando Francia entregó el país a los británicos, éstos acordaron respetar el lenguaje y las leyes de los habitantes, y 2) Gran Bretaña consideraba la isla como "demasiado pequeña e insignificante" para su asentamiento, por lo que muy pocos angloparlantes se establecieron allí.

ACERCA DE LA SEGURIDAD

La percepción de "seguridad" en Mauricio y en Rodrigues fue en todo momento muy evidente, lo cual se agradece cuando vas con un grupo que me tocaba, de alguna forma, controlar un poco. 

Y es que éste es uno de los motivos que explica el crecimiento del turismo en África. Aparte de países como Marruecos o Túnez (que tan poco recomiendo) que se recuperan junto a Egipto, vemos que en el África Negra, solo algunos lugares como las islas Seychelles o Mauricio (quizás también Zanzíbar, aunque mucho menos desarrollada que aquéllas, por su dependencia de Tanzania) pueden decir que su sector turístico tiene un impacto positivo en su economía. 

Y por ello, gobiernos de países como p.e. Sudáfrica, Botsuana, Ruanda, Kenia o Gambia se han dado cuenta del potencial de sus paisajes y culturas y están trazando ya planes estratégicos para desarrollar este sector. 

El mayor exponente de esta tendencia sería Etiopía, un destino apoteósico que supera de largo a muchos otros clásicos y/o seguros fuera de África, con enormes posibilidades que son ya una realidad y que está en vías de convertirse en toda una potencia turística a falta de mayores mejoras en infraestructuras, y en paralelo a la "pérdida del miedo a viajar" (a África). Esto está siendo clave.... 

La gente cada vez viaja más y quienes buscan la antítesis del crucerismo, tan de moda y que no me atrae ni un poco, quieren nuevas experiencias y lugares auténticos.

Y en eso África ofrece las mayores posibilidades, con opciones menos convencionales pero super-recomendables, a descubrir, y que son de verdad impresionantes como he podido comprobar en muchos de los países que he visitado (Benin, Camerún, Mozambique, Madagascar,…) u otros que cuentan con excelentes críticas como p.e. Gabón o Angola, y que sin duda visitaré a futuro.

¿POR QUÉ HABLARÉ DEL AEROPUERTO DE JEDDAH?

A la ida, la escala de 5 horas en Jeddah (Arabia Saudita) la he de considerar como desastrosa. No nos dejaron entrar a la sala VIP  (tengo la tarjeta Priority Pass) como había previsto, porque había que cambiar de terminal.

Conocía ya este aeropuerto, pequeño y sucio, por la escala que hice en abril-19 cuando regresé de Etiopía a Madrid.

Interminable y lento control de seguridad para entrar en una diminuta sala de Tránsitos, mucha gente tirada en el suelo, pésimo duty-free. Militares armados paseando cartuchera en muslo. En fin, por lo menos mi madre no tuvo que esperar cola y pasó rápido. Pero, en cierta forma, este aeropuerto empaña la experiencia con Saudia Airlines y, si tu escala es larga, más aún.

Todos los vuelos de Saudia Airlines hacen una escala importante en Jeddah, ya que este hub es la ciudad más cercana a La Meca y miles de musulmanes aterrizan allí cada día para dirigirse a ese lugar sagrado para ellos. Hay mucho movimiento…

Hay que tener en cuenta algunos detalles a la hora de volar con Saudia Airlines, que quiere -con aviones modernos y cómodos- competir en vuelos de larga distancia desde Europa con otros hubs como los de Emirates (Dubai), Qatar Airways (Qatar), Etihad (Abu Dhabi) o Turkish Airlines (Estambul). 

En Jeddah, donde Saudia tiene su sede y donde hacen escala todos sus aviones, se aplica la sharia, la ley islámica más radical y aunque con los turistas son más laxos (las mujeres no necesitan hiyab), no podrás volar en pantalón corto y las colas en los controles de seguridad se hacen por separado, hombres por un lado y mujeres por otro. No perdí ojo de todo lo que veía, me encanta observar a la gente en estos ambientes.

A la vuelta de Mauricio tuve bronca con funcionarios del aeropuerto de Jeddah que se pasaban la pelota y no nos daban una solución a nuestra petición de no pagar el visado de entrada al pais (100 eur c/u): como la escala era de 13h., teníamos reservadas 3 habitaciones en el hotel Mena International Airport, casi dentro del recinto del aeropuerto. Intenté sin éxito convencer (al final ya muy cabreado) a militares, oficiales de Inmigración y a encargados de Saudia, de que nos permitiesen salir sin pagar el elevado coste del visado de entrada, enseñándoles la reserva del hotel y las tarjetas de embarque del vuelo Jeddah-Madrid del día siguiente.
En Saudia Madrid me dijeron que sí era posible... pero que dependería del funcionario de turno. Asumimos este sobrecoste como mayor precio de los vuelos. Cabrones, vaya pasta!. 

En cuanto a la ciudad de Jeddah, sucesivos retrasos de hora en el vuelo Jeddah -Madrid desde que hice la reserva, impidieron que finalmente pudiésemos visitarlo unas horas (entonces sí hubiese pagado con gusto el visado) y la verdad es que no me hubiese importado. Más bien al contrario, creo que, como otras ciudades como Dubai o Doha (Qatar), son lugares para aprovechar a ver en una inevitable escala larga. Centro de fama mundial de peregrinos y con un enorme valor cultural, probablemente merezca la pena estar unas horas o un día para contemplar cómo es el centro político y comercial de este país, tan radical y que tan poca simpatía me produce.

EL CLIMA EN MAURICIO, UN GRAVE PROBLEMA A FUTURO.

Debido a su situación en el hemisferio sur, las estaciones en Mauricio son opuestas a las nuestras, esto significa que en los meses de noviembre a abril es su temporada de verano mientras que de mayo a octubre es su invierno. 
Debido a su situación insular en el Océano Índico destaca el clima oceánico tropical, esto significa por un lado que solo hay pequeñas fluctuaciones de temperaturas de un mes a otro y por otro lado, que los vientos alisios soplan durante todo el año.
Los vientos alisios del sur enfrían las temperaturas altas constantemente en la isla lo cual es muy agradable. En verano las temperaturas medias oscilan entre 25º y 30º, durante este tiempo las lluvias están más presentes y el riesgo de ciclones tropicales es más alto especialmente desde finales de enero hasta marzo.
Mauricio está ubicado en la cola del cinturón ciclónico del Océano Índico y el archipiélago es muy vulnerable a impactos adversos del cambio climático. Tanto es así que el Informe de Riesgo Mundial 2018 lo ubica en el puesto 16 entre los países con mayor riesgo de desastres. Casi nada.

El turismo, que contribuyó con el 24,3% del PIB del país en 2018 frente al 23,8% en 2017, se ve cada vez más afectado por el blanqueamiento de los corales debido a las mayores temperaturas del agua del mar y la erosión de las playas. Algunas playas se redujeron en más de 10m la última década.

La vulnerabilidad del país se debe a una serie de riesgos climáticos, biológicos, geológicos y tecnológicos. En los últimos años, la creciente frecuencia e intensidad de los ciclones, las lluvias torrenciales y las inundaciones repentinas amenazan los medios de vida de muchas personas.

Los últimos ciclones fuertes en Mauricio han sido: en marzo de 2013, 11 personas murieron por inundaciones repentinas en Port Louis por el paso del ciclón tropical Fantala, con ráfagas de 280 km/h. En marzo de 2017, el paso del ciclón tropical Enawo con ráfagas de 250 km/h en la región del Océano Índico meridional planteó una amenaza para la isla principal de Mauricio. En febrero de 2019, el ciclón Gelena con ráfagas de 165 km/h cruzó aproximadamente 50 km al suroeste de la Isla Rodrigues, lo que provocó inundaciones repentinas que provocaron el desplazamiento de 259 personas, así como daños a la infraestructura, residencias privadas y granjas, y afectó gravemente a la red eléctrica.

Pero vamos ya con la experiencia en Mauricio y Rodrigues (+3h sobre la hora en España). 

Común a ambas islas se puede decir que estás rodeado de agua azul turquesa e interminables playas desiertas de arena blanca y fina y aguas cálidas (unos 28 grados). Un clásico destino de vacaciones exóticas al que alguien iría buscando playas tropicales de ensueño…. Tiene una extensión de 2.040 km2, igual que la Isla de Tenerife en España. 
De norte a sur mide 58 km, y de oeste a este 46 km. Isla Mauricio cuenta con 1,3 millones de habitantes, a los que habría que añadir los 38.000 que viven en Isla Rodrigues. Su capital y ciudad más poblada es Port Louis, con 150.000 habitantes.

No necesitas ni vacunas, ni visado (validez mínima del pasaporte  6 meses). Las carreteras son buenas. Puedes alquilar un coche (conducen por la izquierda) si llevas el Carnet Internacional de Conducir (aunque a mí no me lo pidieron): 30-50 eur/dia. La sanidad pública, muy buena, y es gratuita.

Y de nuevo, la guía Lonely Planet me ha ayudado a descubrir los mejores lugares. Muy actualizada, edición de dic-2019 y por ello aún no publicada en papel, por 5 euros me descargué en pdf dos capítulos en inglés desde su web. Genial!.

Y por la geolocalización de las fotos tomadas, como siempre puedo ver el detalle de todos los lugares en los que estuve en ambas islas. Interesante...




ISLA MAURICIO

Me llamó la atención la diversidad étnica: hindúes, africanos, chinos y europeos. Esto ha producido una mezcla de razas, idiomas y religiones (52% hindúes, 27% criollos incluyendo franceses y 22% musulmanes).
Y a pesar de que el idioma "oficial" es el inglés, los dos idiomas más populares son el francés (90%) y el criollo: se puede decir incluso que hay bastante gente que apenas sabe inglés

La moneda es la rupia mauriciana (MUR): 1 euro = 40 MUR.

Los platos principales de la comida mauriciana están compuestos por arroces picantes y especiados, carnes y vegetales preparados al curry y diferentes pescados y mariscos. La mayoría de los platos destacan por su rico sabor y su gran aroma debido en gran parte a especias como jengibre, perejil, cilantro, curry, comino o clavo.
Frutas tropicales como la papaya, el mango, el coco, la piña y la guayaba completan y refrescan una variada oferta gastronómica. De lujo.

Mauricio, con 330 km de costa, está entera rodeada de arrecifes de coral que han creado grandes lagunas de aguas cristalinas que ofrecen aguas tranquilas, ideales para nadar y bucear. Leímos que en Isla Mauricio el snorkel no era muy bueno, salvo en puntos muy concretos como la reserva marina de Blue Bay, donde estuvimos.

Es destacable que todas las playas sean públicas pese a estar algunas llenas de hoteles. Hay muchas playas en el norte, oeste, sur y este, y son muy diferentes! así que te conviene saber qué ambiente vas buscando… muy pocas son peligrosas. 

Es un destino muy visitado por sudafricanos y constituye también otro verdadero paraíso: el fiscal. Los impuestos a empresas son de solo el 15%, no hay impuesto a los dividendos ni al Patrimonio. Y es curioso que los extranjeros no pueden poseer casas a menos de 500m de la costa… bien!. 

El Norte es famoso por sus deportes acuáticos y legendarias puestas de sol.
El Este es más salvaje y está menos desarrollado, playas más vírgenes y menos gente (aquí fuimos a Blue Bay).
El Sur, más dramático y pintoresco, es aún más salvaje, con altos acantilados.
Y el Oeste, precioso, con playas magníficas (como la icónica roca Le Morne, a donde fuimos desde La Gaulette, una montaña de 550m con una característica silueta como un enorme faro en el extremo sudeste de la Isla, que es Patrimonio de la Humanidad desde 2008).


Los dos alojamientos en Isla Mauricio, elegidos en función de las dos zonas elegidas y contratados con Booking fueron excelentes:

Blue Bay: Villa Bella (https://www.booking.com/hotel/mu/villa-viras.es.html), una casa entera, regentada por Manöella, siempre tan amable y voluntariosa. El entorno, junto a la costa, era de lujo. Al lado había un socorrido aunque caro mini-market.

La Gaulette: Mountain View (https://www.booking.com/hotel/mu/mountain-view.es.html), unos preciosos apartamentos de lujo, muy baratos (3 estudios por 135 eur/dia).

Al aterrizar en Mauricio nos estaba esperando una enorme furgoneta, muy nueva, con conductor y con la que íbamos a estar los 5 días en Mauricio, 24h a nuestra total disposición. Una gozada.

El alojamiento, Villa Bella, una casa entera de dos pisos y terraza superior nos encantó y nada más llegar bajamos a la playa.






Tras descansar un poco del viaje, salimos a cenar en la furgoneta al recomendable restaurante "Le Jardin de Beau Ballon", excelente, en una preciosa mansión con jardín.  Comenzamos a catar los primeros caldos.. eso son vacaciones.


  
En Blue Bay, hicimos algunas salidas pero la mala suerte nos condujo a sufrir el paso, muy cercano, de un fuerte ciclón tropical, CALVINIA, que puso a Mauricio en una inesperada "Alerta 3" (hay de 1 a 5), lo que vino a significar que no se podía ni conducir.  La foto satélite es real.
El arrecife protegía a las playas de la entrada de unas olas gigantes...





En nuestra casa, con wifi, fuimos siguiendo los partes del Servicio Nacional de Meteorología cada 3 horas, y veíamos las fotos del satélite con la evolución del ciclón. 
Se movía muy despacio y ese era el problema (a 15 km/h). Tremendo, con vientos de 140 km/h. y a solo 65 km de distancia de Blue Bay, donde estábamos. 
Ciertamente fue una pena, nos dijeron que no era muy normal esa virulencia a finales de diciembre (es más normal es que los ciclones "fuertes" comiencen a finales de enero, eso ya lo tenía yo controlado así que tuvimos mala suerte). Imprevisible en cualquier caso, y las fechas del viaje eran las que eran... fue un riesgo asumido. 

Salvo en La Habana (donde en 2005 me pilló el potente huracán Dennis), nunca había vivido un ciclón. Más viento que lluvia, era casi imposible caminar... y peligroso por todo lo que veías volar...
   

Fuimos a MAHEBOURG a comprar un enorme pez (pargo rojo) de casi 2,5 kg. y langostinos para prepararlos yo en casa. Recien pescado, más fresco imposible, y al horno.


  





También fuimos a un mercadillo de frutas y verduras donde compramos de todo.






Visitamos GRAND BASSIN, conocido también como Ganga Talao, que es un lago formado en un fondo de un viejo cráter y situado en zona de montaña en el corazón de Mauricio, a 600m sobre el nivel del mar, por lo que de vez en cuando nos invadía la niebla.

Es un lago sagrado para los mauricianos de fe hindú (se dice que el agua del lago se comunica con el agua del rio Ganges en India...).

Había una enorme estatua (33m) de Shiva. El lugar nos gustó, la gente iba a hacer ofrendas.
Era colorido y se respiraba paz... 








Después visitamos el VANILLE NATURE PARK donde vimos enormes cocodrilos y mucha fauna de todo tipo. Lo mejor, como siempre, las enormes tortugas que, para dos miembros del grupo, eran novedad. Aunque yo no me canso de verlas.

Sorprende la curiosidad que sienten por ti y cómo les gusta que las acaricies. Un encuentro así, con tortugas gigantes, salvajes y tranquilas, te hace pensar que has encontrado uno de los tesoros de la isla…








Después pasamos por una cercana fábrica de té a comprar unas cajas variadas… y terminamos comiendo muy bien en Souillac, en el famoso restaurante "Gris-Gris", con otro vinazo y un junto a la costa, en el punto más al sur de la Isla y donde las playas eran, como dije, mucho más salvajes (no parecía Mauricio).


Por el ciclón, no pudimos ir a la famosa ÍLE AUX CERFS (Isla de los Ciervos), en la costa este y cerca de nuestra casa en Blue Bay.

Sabíamos que posiblemente era una turistada y que por ser "temporada alta" estaría llena de barcos, pero cómo no resistirse a visitar en lancha privada a semejante lugar para pasar el día…

Llegamos a La Gaulette en 1h. y en el viaje comprobamos algunos destrozos provocados por el ciclón, que ya nos había sobrepasado y se dirigía más al sur.
Los estudios en Mountain View nos encantaron. Pena no haber podido estar más días!.


Dimos un agradable paseo por la playa de Le Morne por la mañana: mucho calor, pero aún nublado por el paso del ciclón...








Y tras tomar una cervezas bajo la icónica roca de Le Morne y comer...


Volvimos a la playa a darnos un par de baños... espectaculares por el marco.






Para situarse dónde estábamos... fotos de internet, sorry.








La cena de Nochevieja la hicimos en el restaurante WAPALAPAM, que tuve el acierto de reservar semanas antes por internet. La condición para cenar esa noche era hacer un gasto mínimo de 60 eur por persona. Ja!: nos dimos un buen homenaje...
Mirad qué chulada de sitio https://wapalapam.com/. Y con una tremenda carta de vinos!. Felices.




Tras las 0,00h fuimos a una fiesta que un hotel había organizado con DJ en la playa. Mi madre era uno más en la pista de baile. Momentazo. Paseo por la playa. A las 2h nos fuimos ya al apartamento porque al día siguiente había que ir al aeropuerto... rumbo a la ansiada Rodrigues.



De camino paramos en TROU AUX CERFS, un volcán extinto de 600m de altura ubicado en Curipipe. El cráter tenía 300m de diámetro y 85m de profundidad, en cuyo centro había un pequeño lago. Había una torreta panorámica para disfrutar de las vistas. Niebla.






ISLA RODRIGUES

En el aeropuerto, pasamos un momento de nerviosismo cuando, 2 horas antes del despegue a Rodrigues, nos dijeron que nuestro vuelo estaba completo debido a la reubicación de otros pasajeros por los vuelos cancelados por el ciclón, y que debíamos esperar al día siguiente.
A contrarreloj y empleándome a fondo, con insistencia y tono bastante subido conseguimos dar pena al encargado de Air Mauritius y finalmente nos dejaron embarcar contra todo pronóstico. Un buen susto. Menos mal. Milagroso. El vuelo i/v era de 200 eur c/u. Y hay 5 vuelos al día.

Olvidé sacar de mi mochila de mano una navaja suiza multiusos: me la requisaron pero me la devolvieron cuando volví de Rodrigues. Torpe.

Las vistas aéreas de la isla eran espectaculares. Emocionante.






Era 1/Enero y cuando aterrizamos, le teníamos ya al simpático Alain, propietario de Villas Vetiver, esperándonos. Me dió las llaves de un enorme pick-up Toyota (30 eur/dia) de su propiedad y me dijo que siguiese a su 4x4. Sin más!, no me pidió ni el carnet de conducir. Como en Mauricio, también se conduce por la izquierda.


El alojamiento en Rodrigues, Villas Vetiver, fue espectacular https://www.villasvetiver.com/en/.
Contratado a través de Booking (https://www.booking.com/hotel/mu/vilasvetiver.es.html), con piscina. Apartamento de 3 habitaciones, 2 baños, cocina completa y aire acondicionado. Un piso entero para nosotros, con terraza. Los seis por 220 eur/dia y desayuno incluido.









Nos faltaron 3-4 días para ver más cosas, pero Rodrigues ha sido todo un descubrimiento. Una escapada muy exclusiva.
Paisajes de ensueño con todos los matices posibles de intenso azul y verde turquesa en un remanso de tranquilidad donde la suave brisa te hacía mantener abiertos los ojos para contemplar escenarios imposibles. 

Aquí no tendrás sobresaltos, es un paraíso natural sublime. 

Un plan "anti-stress" muy tentador y recomendable. Me encontré muy a gusto.




Encantadora y tranquila isla a 650 km al este de Mauricio, aún más en medio del Océano Índico, era la antítesis completa de su, a priori, deslumbrante hermana Isla Mauricio. 

Rodrigues ofrece playas vírgenes y desiertas, algunas poco accesibles, y la oportunidad de sumergirse en la vida local, alojarse en una casa de huéspedes y comer marisco y deliciosa cocina criolla. 

Esta isla es tan remota y poco conocida que solo atlas avanzados revelan su existencia.
Su nombre se lo dio el navegante portugués Diego Rodrigues en 1.507. En el siglo XVIII dicen que fue refugio de piratas. Tras casi 2 siglos de dependencia inglesa, hoy es ya una isla perteneciente a la República de Mauricio. 

 





Los viajeros que buscamos escapar del "mundo conectado" estamos encantados de pisar este santuario anclado serenamente en el Océano Índico. 
Aunque Rodrigues es la más pequeña de las Islas Mascareñas, dicen que es sin duda la más atractiva de todas. Tan verde. Este pedazo de paraíso me ha encantado.
"The Guardian" han llegado a decir de Rodrigues que es "el secreto mejor guardado del Oceano Índico". Apenas hay turistas y los lugareños visten con chándal y playeras. Abunda el ganado suelto por toda la isla.
Con solo 18 km de largo y 8 km en su punto más ancho, Rodrigues está completamente rodeada por arrecifes de coral. Ideal para recorrer en moto, la isla es montañosa y escarpada, con mucha vegetación y muchas playas y pequeñas islas a su alrededor, como la idílica Ile aux Cocos o la afamada Trou d'Argent, una playa al abrigo de dos acantilados...


A lo largo de su rocosa costa (78 km) hay un montón de preciosas calas, arroyos y altos acantilados. Casi todo el litoral podría recorrerse a pie ya que existen numerosos senderos. La panorámica es siempre sublime.
La laguna turquesa y los arrecifes de coral de Rodrigues son el doble del área de la isla y está llena de vida marina (aunque cada vez hay menos pulpos por el exceso de capturas, que ponen a secar en la misma playa). Las vistas desde el avión han sido, sin duda, de las mejores que recuerdo de una isla, y he estado en muchas. Los colores eran imposibles.

El clima era muy agradable (entre 24 y 35 grados) y el ritmo de la Isla es lento: la vida allí es MUY tranquila...
Solo hay 6 hoteles pero unos 40 Bed and Breakfast. Rodrigues exporta carne a Mauricio y es muy ecológica: a la prohibición de bolsas de plástico le van a seguir las botellas y las pajitas.

No hay contaminación de ningún tipo por la ausencia casi total de industrias y la escasez de vehículos. No se utilizan pesticidas, y los cultivos locales son prácticamente biológicos. Tampoco hay grandes construcciones turísticas y no se han autorizado proyectos gigantescos. Es un lugar para otro tipo de turismo.









Las fechas de la estancia en Rodrigues del 1 al 4/enero (2/enero era también festivo allí) y una contrariedad (mi hermana: esguince de tobillo y rotura de muñeca, casi al marchar) hicieron que no pudiésemos disfrutar de algunas excursiones memorables:

La playa de Trou d'Argent, a la que accedes tras una caminata costera de 40 minutos (no se puede ir en coche). Salvaje y en una ubicación idílica, solo verás cabras y vacas en sus cercanías. Dicen que es el "mejor paseo" por la costa de Rodrigues.


Y también Íle aux Cocos, espectacular Isla a 4km de Rodrigues a la que se accede a través del clásico "Island-hoping", excursión en barco con comida y bebida incluidos. Una vez allí, pasear y bucear en sus plácidas playas y contemplar sus vivarachas colonias protegidas de aves marinas.

La pequeña capital de Rodrigues, Port Mathurin (solo 6.000 habitantes) era un pueblo muy tranquilo que ofrecía antiguas mansiones coloniales, casas coloreadas, pequeños jardines, … y los sábados cuenta con un colorido mercado local, muy recomendable que pudimos visitar, donde puedes comprar artículos de artesanía local y la tan apreciada miel local tan reputada por su pureza.

Nos llamaron la atención 2 cementerios casi en la misma costa, algo separados, pero a pocos metros del agua...








Comimos y cenamos en un excelente restaurante en la capital, Aux Deux Fréres, delicioso y con vinos blancos de Nueva Zelanda y Sudáfrica.




Otro de los mejores lugares para comer en Rodrigues, en St. Francois donde fuimos a la playa, fue una simple choza cerca de una playa, Chez Robert et Solange. Sentados a la sombra bajo un techo de paja, bebimos unas cervezas heladas, langosta y abundante pescado. Muy auténtico y barato.






El vuelo de regreso a Mauricio, sin novedades, que no fue poco. Las vistas de Rodrigues volvieron a ser de infarto y nos dio mucha pena marchar...




Recuperé mi navaja, al regresar de Rodrigues a Mauricio, en el aeropuerto cambié de nuevo a euros las rupias que nos sobraron y, como siempre, conseguimos "utilizar" a mi madre para saltarnos una fila enorme en el control de equipajes de mano. También embarcamos de los primeros, gracias a que iba en silla de ruedas. Y así despegó el vuelo a Jeddah, con excelentes vistas aéreas. esta vez de de isla Mauricio.



En el hotel de Jeddah, reservado también con Booking, descansamos muy bien, habitaciones de lujo y enormes; desayunamos genial y llegamos a Madrid el 5/Enero perfectamente, donde en esta ocasión para llegar a Bilbao alquilé una furgoneta aún más grande: una Citroen Space Tourer. Me dieron a elegir entre ésta o la Mercedes Vito.
Descomunal, iba como una bala. Llegué algo cansado… la verdad.


En resumen, y al margen del ciclón tropical, del traspiés de mi hermana y de la mala experiencia en el aeropuerto de Jeddah, quiero insistir en un asunto mayor: es posible visitar destinos Top de sol y playa (entiéndaseme: no hablo de lugares como Varadero en Cuba, ni de República Dominicana o Riviera Maya en Mexico) a precios baratos y disfrutar de lugares muy exóticos con poco turismo en entornos que, al menos a mí, me cargan las baterías mucho más rápido y son diferenciales.
No todos los destinos de playa son iguales porque no todos ofrecen lo mismo en términos de aventura o gastronomía. 

Si, como a mí, no te van los grandes hoteles todo-incluido y prefieres moverte por tu cuenta y ser más exigente y selectivo, destinos como Isla Rodrigues pueden colmar tus ansias de aventura y relax. 
Para mí ha sido una experiencia única al nivel casi de lo que pudo ser, en su día, el viaje a Polinesia Francesa, aunque mi Liga de los mejores destinos exóticos sigue encabezada por Cook y Fiji. Ver ranking ad-hoc en mi Blog.

En cuanto a Isla Mauricio, en algunas zonas concretas arrasada por grandes hoteles (hay más de 150) aunque mucho menos encasillada de lo que se piensa, creo que sí daría para estar casi una semana recorriendo en coche su costa y durmiendo cada 2 días en una casa local. 

Sí es cierto que quizás Mauricio adolece de una escasa oferta de calidad (hablo de buenos restaurantes) fuera de los hoteles, algunos hiper-caros, como lo comprobamos en un hotel (Dinarobin Beachcomber) de Le Morne donde me cotizaron 300 eur por la cena (buffet) de Nochevieja y sin bebida incluida. Cada uno!. Claramente disuasorio.

Mi experiencia me hace recomendar que reserves muchos más días para estar en Rodrigues. Ni color.
De cualquier forma, te será necesario encontrar un vuelo barato que haga que merezca la pena irse tan lejos contra opciones similares –no tanto- en el Océano Índico, interesantes pero más cercanas, como las maravillosas Seychelles, el sorprendente y paradisíaco norte de Madagascar o incluso la "engañosa" Zanzíbar (porque fue mucho mejor de lo esperable).





Por lo demás, y aunque la llevo practicando desde hace muchos años, creo que la fórmula con la que cierro fechas y reservo vuelos con 6 meses de antelación en los viajes de Navidad, funciona a la perfección no solo como ahorro brutal de coste sino también como tractor vital porque, según pasan los meses y se va acercando la fecha de salida, te mantiene crecientemente ilusionado y expectante. 

Ha sido un viaje entrañable. Primero por la compañía, segundo por el buen ambiente y tercero por todas las fabulosas experiencias que hemos compartido.


Mi madre, toda una campeona, seguirá siempre en el centro de todo. Admirable.


Dejo un pequeño video del viaje: 





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